PROGRAMA DE COOPERACION DE

ESTUDIANTES ESPAÑOLES EN PARAGUAY

Actividades:

Para todas las actividades contamos con el apoyo del ingeniero Jorge Marín que sirvió de puente fundamental entre nuestra cooperación y el Proyecto. Desde Madrid apenas llevábamos una ligera idea de las actividades concretas que allí haríamos.

UN HUERTO: La directora del colegio nos propuso hacer un huerto con los niños dentro del horario escolar, no se trataba sólo de aprender a cultivar sino también de aprender a incorporar tanto frutas como hortalizas a su alimentación. A pesar de la fertilidad de la tierra, al no haber en Paraguay pequeños propietarios que cultiven su propio terreno para alimentarse, no hay ninguna costumbre de hacerlo. Con el proyecto tienen un terreno alrededor de su casa y la posibilidad de explotarlo. Los niños están en la mejor edad para aprenderlo. Fue una iniciativa acertada, lástima que surgiera a finales de nuestra estancia. El grupo de Barcelona continuó este trabajo, que dio verdaderos frutos, ya no sólo productivamente, sino sobre todo el hecho de involucrar a los escolares y profesores que tienen en sus manos el continuar. El que desde niños trabajen juntos para conseguir algo en común es muy positivo, y es un paso el compatibilizar trabajos de niños y niñas, sin diferenciar funciones. Era algo que dependía de sus cuidados, y que podían poner en práctica en su propia casa. Así se intentaba despertar el interés, no sólo por la vivienda en sí misma sino también por la parcela, que apenas cuidan.

EN LA ESCUELA : Como ya se hizo en años anteriores, estuvimos durante las 2 semanas de vacaciones dando clases de apoyo para facilitar el seguimiento de los que habían perdido el ritmo escolar. A pesar de ser una de las mejores escuelas de la zona, tiene muchas carencias. Solamente está subvencionada por el estado primaria. Para pagar secundaria todas las familias, estén sus hijos o no en secundaria, pagan una cuota. Aún así los profesores no reciben su sueldo con regularidad. La escasez de profesores obliga a que haya muchos niños por aula y dificulta el seguimiento de cada niño, que tampoco es posible en su casa. En primaria un alto porcentaje tiene dificultades para leer, y en general les falta capacidad de asimilar y relacionar los conceptos aprendidos; así, pueden saber sumar y restar, pero no saben leer un número con varias cifras. En cuanto un niño se descuelga del ritmo de la clase es muy difícil que lo recupere. Cuando finalizaron las vacaciones, formalizamos las clases de apoyo en dos turnos, compatibles con las diferentes clases. Trabajo que también continuaron el grupo de Barcelona. Además del apoyo escolar teníamos tiempo dedicado a juegos, en los que participaban todos, integrando los más mayores a los más pequeños. Saben jugar muy bien y consideran el participar antes que el ganar. Se les ve disfrutar y divertirse, aprecian y agradecen muchísimo el dedicarles tiempo. Realizamos dos grandes juegos para finalizar las vacaciones en el que la asistencia fue plena.

ENCUESTAS : En esta ocasión la encuesta buscaba la evaluación del proyecto, los cambios que proponían tanto para la organización de trabajo, como para la disposición de la vivienda, o el urbanismo de la villa. La encuesta, más que por sus resultados, fue útil por el acercamiento a las familias. No conseguimos una buena encuesta que plasmara en sus respuestas información importante. Es difícil que critiquen el proyecto que les ha dado una vivienda propia. Pudimos conocer la historia de cada familia y sacar más conclusiones de lo que contaban y como lo hacían que de las respuestas reflejadas en la encuesta. Así, además de las encuestas en sí entregamos al ingeniero las conclusiones sacadas.

GRUPO JUVENIL: El grupo de jóvenes de la parroquia nos propuso darles un taller de monitores. Ellos imparten catequesis a los más pequeños y en ese tiempo a veces tienen ocasión de realizar otras activid ades. El grupo de Barcelona ya tenía preparado uno, así que nuestra labor se solapo. Por esta y otras actividades vemos necesaria y muy útil la coordinación de las actividades tanto con los de los años anteriores como con grupos, como el de Barcelona (Asociación Verneda Solidaria) que trabajan en la villa como cooperantes. Muchos de los jóvenes trabajaban, por lo que era difícil sacar mucho tiempo. Nos reuníamos el sábado, intercambiamos juegos y discutíamos cómo tratar con las diferentes edades y sexos. Fue una aproximación distinta, ya que había más ocasión para tratar con los más pequeños o con los padres de familia.

ARQUITECTURA: En el campo arquitectónico se trabajó sobre:

- La ampliación de la escuela

- La plaza del salón comunitario

- Plaza de juegos para Villa Cristina y para Villa Koe'ju

- Otros planteamientos para la vivienda

En el salón comunitario de Villa Koe'ju se realizan muchas actividades, desde las reuniones del grupo juvenil y catequesis hasta el taller de peluquería, pasando por lugar de juegos y punto de encuentro. Y a partir de este verano también lugar dónde se sitúa un puesto de salud. Se precisaba dotar a este núcleo de actividad de una plaza, un soporte que incluya también una zona deportiva y un lugar para las posibles fiestas o mercados y así dejar de usar las instalaciones de la escuela, que se veían gravemente perjudicadas. Antes de volver a Madrid pudimos ver cómo se empezaron y avanzaron enormemente las obras.

En Villa Cristina se propusieron los bancos y la ordenación de la zona de juegos que se sitúa al inicio de la villa.

En Villa Koe'ju, se planteaba enfrente de la plaza del salón también una zona de juegos, respetando el espacio destinado a jugar al voleibol. Se empezó con el replanteo.

Para la ampliación de la escuela, que estructuralmente ya estaba preparada para ello se propuso un anteproyecto en las distintas piezas que lo componen.

A partir de las encuestas y lo compartido con las familias de la villa, se sacaron conclusiones sobre las posibles modificaciones de la vivienda. Se discutieron entre nosotros y fueron comentadas con el ingeniero, pero es una trabajo pendiente a desarrollar en Madrid. Este nuevo modelo de vivienda sería para otros proyectos. Se dirigieron a nosotros muchas familias para ayudarles con la ampliación, desde el punto de vista de disposición, gasto y cantidad de material.

TRABAJO EN OBRA: Este año fue escaso. El presupuesto de Villa Cuenca aún no había llegado y no se ha empezado hasta que hemos estado aquí. La mayor parte de las viviendas estaban finalizadas. Como no había una organización de proyecto, ayudamos de forma particular a acabar enfoscados, construir muros exteriores que delimitaran las parcelas, o empezar las ampliaciones. Este fue un cambio notable respecto al año anterior, ya que el método de trabajar en las cuadrillas con ellos establecía mucho más contacto y posibilidades para acercarse a los padres de familia.

ACOMPAÑAMIENTO A LAS FAMILIAS: A pesar de no trabajar a pie de obra con ellos, fueron muchas las familias que nos abrieron sus puertas. Muchos habían tenido contacto con los españoles de otros años, otros los conocimos a través de las encuestas, o fueron asaltados para recibir una ayuda en el trabajo de terminar su vivienda. Otros los conocimos a través de sus hijos, o simplemente paseando por la villa y aceptando sus invitaciones. Así pudimos compartir muchos momentos con muchas familias, desde ir a pescar, tomar tereré, trabajar con ellos haciendo una parrilla o simplemente charlando. Este acompañamiento fue, si cabe, lo más importante de nuestra estancia. Por una parte, todo lo que recibimos nosotros y por otro lado la dignidad que de alguna forma podíamos dar a sus vidas siendo la razón de que unos estudiantes o profesionales vinieran desde lejos para compartir un verano con ellos, los protagonistas de la cooperación.

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